Conoce más sobre el coste real del Fast Fashion
La globalización ha conectado al mundo más que nunca y esta integración ha sido impulsada principalmente por la economía. Si bien este proceso ha posibilitado el acceso a valiosas oportunidades, relaciones y nuevas vías de intercambio, también ha tenido un coste significativo para el medio ambiente, la cultura, la salud humana y el bienestar. La industria de la moda rápida o fast fashion está en auge como resultado de la globalización, y la fabricación de prendas que permiten este fenómeno se encuentra principalmente en países en desarrollo, que operan en fábricas, algunas de las cuales son conocidas como tiendas de sudor. Los trabajadores de estos talleres de explotación están sujetos a condiciones de trabajo forzado que son completamente inaceptables en cualquier forma. Además, se sabe que la industria de la moda tiene uno gran impacto sobre el medio ambiente tanto en lo que refiere a la producción como la cantidad de productos que genera dada su corta vida útil.
Desde Oxfam Intermón proponemos que los consumidores deben adoptar un consumo más responsable, de forma que exijan a las empresas que fabrican sus productos en los países en desarrollo que realicen su actividad allí de manera justa y sostenible, llegará el día que la ley obligue a que cualquier producto vendido en nuestro país se haya producido éticamente.
La moda rápida es perjudicial para la salud del medio ambiente y los humanos.
De hecho, la moda rápida es eso: rápida y a menudo esa rapidez se consigue a costa del medio ambiente y la salud humana. Se ha descrito que el modelo de negocio se enfoca a alcanzar economías de escala por volumen, plazos de entrega rápidos y precios bajos con minoristas líderes como Zara y H&M conocidos por introducir nuevos diseños en sus tiendas cada tres o cinco semanas . Los precios bajos están diseñados para atraer. El mercado masivo garantiza que los consumidores puedan permitirse una nueva apariencia tan a menudo como la ropa se gira y se exhibe en los escaparates. Las estadísticas muestran una cultura desechable, del usar y casi tirar que es emergente como resultado de estas tendencias de moda actuales.
La fabricación de prendas de vestir es una de las industrias más contaminantes y el vertedero no es el único aspecto medioambiental afectado. La fabricación de ropa depende de una gran cantidad de recursos, por ejemplo, producir una camiseta de algodón simple requiere 2.700 litros de agua al igual que los procesos de teñido e impresión y, además, los productos químicos utilizados llegan en muchos casos a corrientes de agua, como resultado de teñido e impresión. , son tóxicos y se consideran dañinos Las microfibras, que se desprenden del poliéster de la tela durante el lavado, también llegan a las vías fluviales, lo que aumenta la creciente cantidad de plástico que se acumula en nuestros océanos. Maquinaria que depende de los combustibles fósiles se utiliza tanto para el cultivo de algodón, como en el transporte a los minoristas y en las máquinas de fabricación industrial que requieren energía para operar.
Detrás de estos impactos ambientales negativos están las personas, que trabajan muchas horas y en contacto inmediato con estas sustancias tóxicas. Para mantenerse al día con la demanda de los compradores, se requiere que los trabajadores de la industria de la confección trabajen en malas condiciones mientras obtienen un ingreso considerado por debajo del salario digno, esto es trabajo esclavo moderno. Actualmente se estima que hay 40.3 millones de personas en condiciones modernas de esclavitud en todo el mundo, incluidas mujeres y niños.
Este hecho ha sido denunciado por Oxfam en diferentes campañas como en este vídeo de Fashion Victims:
También en este otro vídeo sobre Slow Fashion vs. Fast Fashion:
La importancia de regular condiciones laborales más justas y sostenibles
Hay muchas ONG y organizaciones sin fines de lucro que luchan para que los encargados de formular políticas asuman la responsabilidad de garantizar que las empresas que fabrican sus productos en los países en desarrollo realicen negocios de manera justa y sostenible. En España la organización Ropa Limpia lleva años trabajando en este campo, publicando informes y actualizaciones sobre la situación en el sector.
La plataforma española Slow Fashion Next se define como: un grupo de expertos en Moda, Sostenibilidad, Emprendimiento y Negocio, que ayudamos a otros Profesionales, Estudiantes, Empresas de Moda y Diseñadores, a aumentar el valor e impacto positivo de sus Negocios y Profesiones a través de la Formación. Para ello se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, especialmente el número 12 “Producción y Consumo Responsable”